Deixa en pau al dimoni

Autor: John Verdon
Traductor: Javier Guerrero
Editorial: Roca
496 páginas. 19,95 euros.

Más de 500.000 lectores han respaldado la fórmula de Verdon: una mezcla de lógica, acción y emociones matemáticamente estudiada y que huele a referencias tan dispares como Sherlock Holmes o los modernos thrillers de crueles asesinos múltiples. Sin embargo, ahora, con la tercera entrega protagonizada por el detective David Gurney, Verdon se aleja de esta receta y cambia la proposición a sus lectores.
Desentreñar intelectualmente un enigma, presentar elementos aparentemente imposibles de descifrar, deja de tener aquí importancia. Aunque su asesino es, una vez más, un cerebro prodigiosamente lógico, no componen con él un rompecabezas desasosegante para que el lector lo resuelva junto a Gurney. Prima el horror del crimen. Sin acertijos numéricos, ni rastros de huellas inverosímiles, ni piezas llamativas en las esceneas del crimen, Verdon insinúa un juego parecido, pero apuesta por una empatía diferente con su protagonista. Gurney sufre todavía las secuelas del disparo en la cabeza de su caso anterior y su serenidad y su método de análisis se resienten. El universo emocional y psicológico del personaje es la nueva baza del autor, aunque para construirlo deje ver a menudo las herramientas que emplea y sacrifique el crecimiento de algun otro personaje. El misterio, la sensación de peligro y el gratificante desprecío del protagonista por la incompetencia de algunos jefes se mantienen. Los añadidos: una denuncia de la televisión basura y una reflexión sobre la figura paterna. El entretenimiento está servido.
Begoña Piña
Critica extreta del número 178 de juliol de 2012 de la revista Qué leer, pàg. 24. 

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